Ha sido por la tarde, cuando el Sol ya se apagaba en un martes frío, en Agüimes, donde las salamandras y perenquenes, o serenquenes, cantan con orgullo. Allí, en el viejo instituto, un grupo de jóvenes escritores, de 12 a cincuenta y tantos años, de sangre caliente, formado por alumnos de la ESO, padres de alumnos y profesores, nos reunimos para constituir un club de lectura y escritura. Fuimos testigo de cómo surgía la criatura del cascarón, un pequeño lagarto sonriente y lleno de ilusión. Aún tiene mucho que recorrer y arrastrarse por caminos pedregosos, pero nunca estará solo, aquí encontrará un lugar cálido y acogedor donde crecer, aprender y compartir. No importa lo lejos que se pueda llegar, la satisfacción por disfrutar de la literatura será más que suficiente.
4 comentarios:
Hola chicos y chicas. Ya estoy conectado. ¡Creo! Como yo soy un paquete en esto de la informática no sé si lo he hecho bien. Si se confirma que he entrado como debía, pronto empezarán a tener noticias mías. Un saludo a todos y todas. Pronto pondré una fotito. Hasta pronto.
Enhorabuena por la iniciativa!
Que ese veneno al que aludes empape las fibras de todos esos jóvenes -de doce a cincuenta y tantos- y a los que llegarán.
Un abrazo
Ánimo, chicos.
Es una estupenda iniciativa.
Un beso,
Anabel
Me parece una iniciativa estupenda.
Ánimo, chicos.
Un beso,
Anabel
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